Descripción
Este libro ha madurado por años al calor de las discusiones entre filósofos y antropólogos sobre lo bueno y lo malo en relación con algunos temas y quehaceres de la antropología social. Los debates giraban en torno a cuestiones éticas, como el relativismo cultural, el papel del antropólogo, las relaciones entre los antropólogos y sus informantes o colaboradores indígenas, el indigenismo y las autonomías indígenas, entre muchas otras.
La ética, en antropología, es un gigante que se apoya en soportes de barro. A causa de esta debilidad, cuanto más fervientemente se discutían los problemas éticos, menos crédito merecían tales discusiones. El primer objetivo de este libro es ofrecer una visión filosófica de la moral y la ética. Dicha visión, empero, podría servir como fundamento para el pensamiento moral en la antropología social. Como tal, es fruto del giro lingüístico en la filosofía y las ciencias sociales asociado a la figura del último Ludwig Wittgenstein.
Intenta mostrar que la antropología no puede existir sin la ética, además de que esta última debe siempre acompañar a la primera, libre y concienzudamente, y no por fuerza, temor o decreto. Es imposible admirar el cielo estrellado sin la ley moral en nosotros. Es imposible ser antropólogo sin reflexionar éticamente sobre los dilemas morales que surgen durante el trabajo de campo, la revelación de datos, la presentación de resultados. Es imposible ser antropólogo sin ser humano.
¿Cómo leer este libro? En el camino que recorreremos, necesariamente toparemos con curvas que marcarán un constante cambio de carriles: de la ética a la antropología y viceversa. Ya que el tema principal del libro son los conflictos éticos en la antropología, empieza con la descripción y análisis del lenguaje moral y ético inspirado en la filosofía del último Wittgenstein, el precursor del giro lingüístico en filosofía y ciencias sociales.
Valoraciones
No hay valoraciones aún.