Descripción
Este libro analiza la dinámica sociolingüística del estado de Oaxaca desde un poco antes del contacto con los españoles hasta el siglo XX. Para ello se utilizaron diversas fuentes históricas, en muchos casos de difícil acceso. También se consultaron fuentes antropológicas estadísticas y lingüísticas para precisar la distribución de las lenguas indígenas en diferentes periodos, tomando en cuenta las trasformaciones geopolíticas que sufrió el estado desde el siglo XVI hasta el siglo XX. Una de sus aportaciones más interesantes es la convicción de que para comprender cabalmente los procesos de desplazamiento y/o mantenimiento de las lenguas indígenas, el estudio debía partir de una mirada diacrónica de largo alcance y no exclusivamente desde la aparición de la institución escolar de corte integracionista y castellanizante que se implantó hacia la segunda década del siglo XX. La definición de desplazamiento lingüístico aparece como un proceso reductivo en términos territoriales, demográficos, generacionales y sociocomunicativos.
Otra innovación es el concepto de «etnocidio lingüístico», que se refiere a que si bien algunas lenguas indígenas lograron sobrevivir al periodo colonial por el papel que los frailes que pugnaron por el uso de ellas y la elaboración de gramáticas y doctrinas en las lenguas nativas, muchos de sus portadores desaparecieron en el primer siglo de la colonia. En Oaxaca 24.20% de la población de habla indígena no sobrevivió y en algunas regiones, particularmente de las del noreste, se presentaron tasas de mortalidad que alcanzaron hasta 90%. Las zonas que presentan hoy en día los más agudos procesos de desplazamiento o sustitución por el español son precisamente éstas.
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